8 de junio de 2013

Total physical response

En clase vimos un vídeo de Cambrigde University Press ELT que trataba sobre el TPR y  de cómo se llevaba a cabo en el aula. Nos pareció tan buen método que quisimos profundizar en él.

Aprendimos que el TPR o TOTAL PHYSICAL RESPONSE es un método para enseñar lenguas que combina el lenguaje verbal (el habla) con el lenguaje no verbal (gestos o acciones). Este método propone enseñar la lengua a través de la actividad física. Al contrario que otros, que desde el principio se centran únicamente en la habilidad del habla, el TPR destaca la comprensión auditiva.
Observamos que en este método el alumnado tiene poca influencia sobre su aprendizaje, es decir, su papel básicamente consiste en escuchar con atención al profesor y responder físicamente a lo que el profesor ordene.
En cambio el papel del profesor es el más importante. Su papel es activo y significativo, pues es él quien decide el contenido, presenta los objetos, selecciona los materiales de apoyo y dirige las interacciones. Es el responsable de ofrecer de la mejor forma posible la lengua para que los alumnos y alumnas asimilen las reglas básicas y desarrollen la habilidad oral según el ritmo propio de cada uno.

Los pasos a seguir para llevar a cabo este método son:
  • En primer lugar, el profesor enseña unas tarjetas en las que aparecerán dibujado los objetos que aprenderán.
  •  Después, el profesor nombrará el objeto varias veces para que los alumnos y alumnas lo repitan junto a él, así asimilarán el nombre del objeto y su pronunciación. Además como tienen el objeto dibujado van relacionando esa palabra con ese objeto. Se repetirá dos veces el nombre del objeto antes de pasar al siguiente.
  •  Una vez presentados todos los objetos, el profesor introduce frases sencillas y graduales una tras otra, repitiendo una antes de presentar la siguiente y manteniendo siempre el mismo orden. Como en el paso anterior, los alumnos y alumnas deberán imitar lo mismo que hace el profesor mientras introduce esas frases sencillas.
  • Para terminar, el profesor se sienta y vuelve a decir una a una las frases pero esta vez los alumnos tendrán que realizar la acción por ellos mismos. Cuando el profesor vea que todos saben realizar las acciones podrá dificultar la actividad cambiando el orden de las frases.
Quisimos llevar a cabo este método y este fue el resultado...


Hemos llegado a la conclusión de que el TPR puede ser una buena alternativa para aquellos alumnos o alumnas que presenten algún tipo de problema relacionado con las lenguas o con el aprendizaje en sí o para cualquier nivel que se pueda dar en el aula.
Además los alumnos y alumnas disfrutarán con este método y podrán estar en el aula sin necesidad de estar sentados en las sillas.
Para los profesores también hay buenas noticias pues las actividades de TPR son sencillas y no requieren de una preparación especial.


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